jueves, 24 de septiembre de 2009

Rascafría y Oteruelo del Valle, situados en la cabecera del Valle Alto del Lozoya, con cerca de quince mil hectáreas, conforman uno de los términos municipales más extensos de la Comunidad de Madrid. Desde los 2.429 metros de altitud del pico de Peñalara, la cumbre más alta de la Comunidad, este singular paraje de alta montaña desciende hasta los 1.125 metros en Oteruelo del Valle a orillas del río Lozoya.
El municipio está delimitado por dos cadenas montañosas que forman el Valle de El Paular y que se unen en el puerto de Los Cotos. Estas barreras naturales, Montes Carpetanos y Cuerda Larga, marcan, en sus partes más altas, un estrecho y angosto valle que se abre para extenderse, más abajo, en fresnedas, praderíos y tierras de labor que envuelven los cascos urbanos a orillas del río Lozoya. Este rincón de la Sierra de Guadarrama es uno de los más valiosos de la Comunidad de Madrid. En él, el visitante encontrará la belleza del paisaje de alta montaña: cumbres, modelados glaciares, lagunas, pedreras y pastos de altura dan paso a un frondoso bosque de pinos y robles que en lo más profundo del Valle se convierten en dehesas de fresnos. Bañan sus laderas las aguas de muchos arroyos, abastecidos por las nieves y las lluvias, que desembocan en el río Lozoya.
Esta variedad de ambientes propicia una rica diversidad de flora y fauna con especies únicas. Se trata de un territorio equilibrado y ameno, capaz de mantener en el tiempo su función hidrológica, vital para la ciudad de Madrid. Un lugar donde el respeto a los usos y actividades tradicionales ha modelado un paisaje natural y cultural patrimonio de todos.

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